viernes, 18 de febrero de 2011

REFLEXIONES SOBRE LA NUEVA LEY EDUCATIVA AVELINO SIÑANI Y ELIZARDO PEREZ


Según las declaraciones de Noel Aguirre, viceministro de Educación Alternativa la nueva ley educativa promueve una educación “descolonizadora, liberadora, revolucionaria, antiimperialista despatriarcalizadora y transformadora de las estructuras económicas y sociales; orientada a la reafirmación cultural de las naciones y pueblos indígena originario campesino y las comunidades interculturales”.
Otra característica de esta nueva ley es la intra e interculturalidad en un Estado Plurinacional. Un constructo teórico que es difícil de comprender para sectores de opiniones de oposición como Victor Hugo Cárdenas promotor de la ley 1565, voceros de partidos de la oposición y algunos sectores del magisterio, especialmente de la clase dirigencia urbana Troskista, para quienes siempre todo esta mal a raíz de su delirio paradisíaco de gobierno obrero. 
Los opositores afirman que la nueva ley es demagógica, arcaica y un retroceso. Algunos incluso piensan que no cuaja con los últimos avances tecnológicos y cambios que se gestan en la sociedad de la información. La pregunta es ¿Esto es cierto o es una autentica demagogia que persigue otros intereses?
Para responder la pregunta tenemos que acceder a la historia y comprender con precisión  los conceptos que se manejan en la nueva ley. Esto es desaprender para aprender, proceso que requiere una mentalidad flexible para comprender la realidad. La emotividad es bueno pero también puede cegar y no permitir comprender el propio entorno. La reacción emotiva y poco analítica de un hecho puede dificultar la lectura y compresión del mismo. Una reacción emotiva siempre esta cuajada por creencias, posiciones ideológicas y paradigmas preestablecidas que no nos permiten generar un pensamiento auténtico. Esto es caer en una parálisis paradigmática o epistemofília.
Para poder entender a la nueva Ley educativa es importante reflexionar sobre los conceptos en las que sustenta.
Se dice que es descolonizadora. ¿A que se refiere? ¿Qué nos dice la historia? La colonización física empezó con la invasión del accidente al continente de Abya Ayala (Sud América, Centro América y Norte América) despojando tierras de las naciones originarias, practicando matanzas y cometiendo acciones de  exterminio inimaginables. Con la colonización territorial vino la colonización mental. Esta es la colonización que hasta ahora arrastramos. ¿Qué es la colonización mental? Es el hecho de pensar con el pensar del otro, pretender hacer la ciencia con las categorías del otro. Nuestras escuelas y universidades siempre han promovidos la ideología occidental haciendo que los hijos de estas tierras se nieguen  a sí mismo generando un tremenda enfermedad llamada misogenia.
En la historia de Bolivia por ejemplo los villanos pasaron por héroes y los verdaderos héroes indígenas, los primeros precursores de la independencia pasan como villanos, nuestras plazas, colegios llevan el nombre de presidentes norteamericanos. ¿Esto no es pensar con el pensar del otro? Estos son pequeños ejemplos de la colonización mental. La nueva ley pretende cambiar esta forma de pensar a la que llama descolonización.
Es fundamental pesar a partir de nosotros, generar un pensamiento autentico y contextualizar a este proceso la ciencia y la tecnología, promoviendo nuestras propias categorías de explicación científica como lo hicieron los Chinos y los japoneses, hoy por hoy los mejores del planeta no teniendo los recursos que tiene Bolivia. Creo que la descolonización es fundamental en el proceso educativo por que promoverá sujetos con autoestima e identidad y con la capacidad de trascender.
Lamentablemente las ciencias sociales que se enseña en nuestras universidades se han quedado en el Siglo XVII bajo las categorías colonizantes del occidente. Sin embargo las ciencias naturales en sus últimas revoluciones como la física quántica revelan el valor científico de los conocimientos de los pueblos originarios de Abya Aya. Los estudios sobre el agua de Mararu Emoto por ejemplo revelan cuanta razón tenían los quechuas, aymaras, los Lacota de Norte América y otros en considerar a la naturaleza como un sujeto con vida y en una plena coexistencia con el hombre. Esto es explicar los hechos desde una cosmovisión cosmocéntrica, negado por una educación colonizante y occidentalizante.
La ciencia occidental es racional, objetiva que considera los elementos de la naturaleza como “Objetos” y en la era capitalista “objetos de la mercancía. Con esta forma de pensar, el occidente nos ha llevado a la destrucción planetaria. Por el hombre al considerar a la naturaleza como objeto de mercancía se dedicó a exterminarla. Es frente a esta forma de pensar, antropocéntrica que la humanidad hoy pretende luchar. Esto implica un proceso de descolonización, no solamente boliviana sino mundial. Por esta razón, el proceso de descolonización a partir de la nueva ley Educativa es fundamental.
Los otros conceptos de la nueva ley educativa como; liberadora, revolucionaria, antiimperialista despatriarcalizadora y transformadora de las estructuras económicas y sociales; orientada a la reafirmación cultural de las naciones y pueblos indígena” esta relacionado o supeditado al proceso de descolonización. Solamente una educación revolucionaria será capaz de asimilar los cambios permanentes que se gestan en el campo de ciencia y la tecnología en función a valores propios y haciendo ciencia a partir de una visión propia. Una educación con estas características difícilmente se someterá a una visión homogeneizante del imperio.
Una educación gestada en función a los valores propios generara relaciones sociales comunitarias cambiando las estructuras económicas de un modo de producción con cierta particularidad del capitalismo tradicional.
La transversal de este proceso no necesariamente tiene que ser el socialismo, que también es otra forma de colonización mental del occidente. ¿Por qué no pensar en otra forma de estructura económica y social, que emerja del ejercicio mental en función a nuestra cosmovisión y proyectar al mundo nuestro pensar? Esto es un verdadero reto que todos debemos asumir. Lo contrario es caminar en una delusión dialéctica alienante. En este proceso una educación con visión descolonizante es fundamental.
René Ricardo Marín Alvarez